Nuevas Generaciones de Sevilla ha denunciado que la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad de Sevilla (Adius) “está creando un estado de incertidumbre” a los alumnos de esta institución, “a los que están usando como rehenes de reivindicaciones políticas”, ante la convocatoria de huelga de profesores para el próximo mes de febrero, “haciéndola coincidir con los exámenes”.

El presidente de NNGG de Sevilla, Javier Portero, ha advertido que “esta convocatoria está marcada por claros tintes personales y partidistas” y que “la decisión de realizarla en el mes de febrero supone un perjuicio para todos los alumnos de la Hispalense”, por lo que “bien harían los convocantes en replantear dicha fecha para su reivindicación”.

Portero ha argumentado al respecto que las características de esta convocatoria “atenta directamente contra los derechos de los alumnos de la Universidad de Sevilla, ya que los priva de una convocatoria a la que tienen derecho desde el primer momento en el que formalizan la matrícula de cada asignatura”.

El presidente de NNGG, “tras conocer de primera mano las reivindicaciones de Adius en el pleno del Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla (Cadus)”, que se celebró en la tarde de este miércoles, “desde NNGG de Sevilla queremos afirmar que es lamentable que se quiera utilizar a los alumnos como rehenes, haciéndolos ser los únicos perjudicados en todo esto”.

Así mismo, Portero está “convencido” que los intereses de los convocantes de la huelga son “aumentar la tensión en el ámbito universitario, intentando usar como marionetas a los alumnos en pro de sus intereses particulares”.

Según los datos que barajan los jóvenes del PP, “la huelga no está promovida por ninguna sección sindical ni secundada por el comité de empresa de la Hispalense,  por lo que es más que cuestionable la legitimidad de llevarla a cabo”, y en tal caso, desde “Adius recurren al Cadus para conseguir un apoyo que no obtienen de la mayoría de los profesores, con menos de un 20 por ciento”.

Además, ha recordado que “la viabilidad de la huelga es nula, debido a que de llevarse a cabo, los alumnos universitarios verían alterados por completo su curso académico, ya que posponer los exámenes de febrero, o incluso no realizarlos, supone pérdidas de convocatorias, de prácticas, de docencia, e incluso alterar sus expedientes académicos para la adquisición de becas, por no hablar de las Erasmus”.

“Estamos convencidos que una huelga que priva a los alumnos de sus exámenes de febrero, sólo tiene unos perjudicados, que son los propios alumnos”, ha sentenciado Portero.