El diputado nacional del PP por Sevilla Ricardo Tarno ha defendido este jueves que la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, ya aprobada por el Consejo de Ministros, «no va contra nadie». Tarno manifiesta que la nueva regulación busca la «cultura del esfuerzo» con las nuevas evaluaciones incorporadas y la «libertad de elección» en aspectos como la religión o la educación en valores, frente a quienes quieren «imponer» su propio «modelo». Pero, sobre todo, Tarno avisa de que las cifras de fracaso escolar y abandono temprano obligan a adoptar «decisiones».

La Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, que ha despertado un intenso debate en el sector de la educación, contempla entre sus novedades la introducción de «evaluaciones externas de fin de etapa», con lo que el sistema incorpora cuatro nuevas pruebas obligatorias para poder obtener el título de graduado en secundaria obligatoria (ESO) y de bachiller. Igualmente, aumenta la capacidad del Gobierno estatal de fijar los contenidos educativos hasta el 65 por ciento en el caso de comunidades con lengua cooficial y al 75 por ciento, el resto.

MATERIAS BÁSICAS Y RELIGIÓN Y VALORES CÍVICOS COMO TRONCALES

La nueva ley, además, refuerza las materias de Matemáticas, Inglés, Lengua y Ciencias como asignaturas básicas, permite acceso al concierto educativo a los colegios que educan separadamente por sexos e incluye como asignaturas troncales Religión o Valores Sociales y Cívicos, materias a elegir por los padres o tutores legales de los alumnos.

Ricardo Tarno, en ese sentido, ha expuesto las cifras de fracaso escolar y abandono temprano del sistema educativo, avisando, por ejemplo, de que sólo tres de cada diez institutos de Sevilla «se salvan del fracaso escolar generalizado» en la provincia de Sevilla, mientras en el plano nacional la tasa de abandono temprana es del 26,5 por ciento. Este tipo de situaciones, según expone Tarno, prueban que «algo no funciona en el sistema actual» y «todas las evaluaciones externas» señalan este extremo.

VOLVER A LA «CULTURA DEL ESFUERZO»

Así, ha defendido la LOMCE manifestando que la nueva regulación educativa intenta promover «la cultura del esfuerzo y la responsabilidad» con las nuevas evaluaciones incorporadas, una «mejora del conocimiento de áreas prioritarias», la «libertad de elección de las familias» frente a quienes «quieren imponer su modelo educativo a los demás», la «autonomía de los centros» y el acceso a las lenguas extranjeras para que los alumnos gocen al menos de «un segundo idioma».

En cuanto a las críticas por una supuesta estructura de «segregación» de los alumnos en función de sus capacidades iniciales, Ricardo Tarno ha negado que la LOMCE estipule una separación «entre alumnos buenos y malos». En ese sentido, ha defendido que uno de los espíritus de esta nueva regulación es «disminuir las tasas de abandono» del sistema educativo. «Se trata de ofrecer alternativas para que los alumnos continúen en el sistema, que tengan otros itinerarios» cuando no obtienen buenos resultados. «Una tasa de abandono del 25 por ciento sí que es una exclusión», ha aseverado.

«NO PODEMOS QUEDARNOS PARALIZADOS POR LA FALTA DE ACUERDO»

Ricardo Tarno, en ese sentido, ha reconocido que, en efecto, sería conveniente que «un amplio acuerdo» para la nueva regulación, pero ha explicado que «hemos estado trabajando en eso y hay veces que es absolutamente imposible». «No podemos quedarnos paralizados por la falta de ese gran acuerdo y mantener un sistema que no funciona», ha defendido el diputado nacional del PP, quien enfatiza, finalmente, que la Lomce «no va contra nadie».