El PP de Sevilla exige “explicaciones urgentes” para “conocer toda la verdad de una vez por todas” sobre qué hacía el alcalde socialista de San Juan de Aznalfarache cuando fue pillado por la Guardia Civil conduciendo ebrio el coche oficial del Ayuntamiento en un camino de la aldea de Almonte el domingo de las pasadas fiestas de la Candelaria en El Rocío.

La secretaria de Organización del PP de Sevilla, Virginia Pérez, ha señalado que “son muchas las sombras que hay en este asunto y ya nadie se cree las falsas excusas del alcalde socialista”.

“Cada día que pasa hay más sospechas sobre el alcalde de San Juan de Aznalfarache, más después de los nuevos indicios que apuntan que éste se encontraba en un camino rural entre Almonte y Villamanrique de la Condesa cuando lo pillaron ebrio el día de las fiestas de la Candelaria de El Rocío”.

Pérez ha recalcado que “pillar a un alcalde borracho utilizando un coche oficial para sus juergas particulares no es cosa baladí, ni siquiera una broma de mal gusto, sino un abuso de poder y de los recursos económicos de los vecinos sanjuaneros, y precisamente por eso no puede salir de rositas sin explicar lo que de verdad ocurrió y dimitir como alcalde”.

“La versión ofrecida por el alcalde choca de lleno contra la propia realidad de los hechos y desde el PP de Sevilla no podemos consentir que se siga engañando a los vecinos de San Juan mientras el PSOE se aprovecha de ellos para pagarse las borracheras y juergas privadas”.

Asimismo, Pérez ha reclamado a la dirección provincial del PSOE que “dé también las debidas explicaciones sobre su apoyo incondicional al alcalde de San Juan y por qué se niega a desautorizarlo”.

“La actitud de la Susana Díaz y Villalobos arropando a un alcalde que usa los recursos del Ayuntamiento para sus excesos sólo podría entenderse desde la degeneración de un PSOE que es partidario y experto en aprovecharse de los ciudadanos para pagar sus intereses particulares”.

“Al PSOE se le debería la cara de vergüenza por la actitud de su alcalde, porque ni las excusas alegadas por el regidor, que sugiera que trabaja borracho, ni las evidencias de lo ocurrido, que apunta al uso del coche oficial para acudir a juergas particulares, pueden ser aceptadas bajo ninguna excusa”.