El candidato a la investidura como presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se ha comprometido este martes a trabajar «sin descanso contra los tópicos y las etiquetas» al frente del Ejecutivo andaluz, que » se pondrá al frente de la defensa de los intereses de los andaluces en una España unida, sólida y solidaria» en la que Andalucía no sea «moneda de cambio».

Además, en el transcurso de su discurso como candidato a la investidura en el Pleno del Parlamento, el líder del PP-A ha indicado que también trabajará desde la dirección del nuevo Gobierno de la Junta «para reivindicar el orgullo de ser andaluz en una España unida, fuerte y próspera».

Moreno ha aseverado que «Andalucía no puede ser moneda de cambio para nada» y en esa línea ha advertido de que ni él «como presidente ni ningún miembro» de su gobierno se sentirán «hipotecados ni sometidos por nada ni por nadie en nuestra obligación de defender la unidad nacional consagrada en la Constitución Española».

«Los españoles somos iguales ante la ley y Andalucía se opondrá a los privilegios a favor de territorios a cambio de apoyos para sostener a un presidente del Gobierno», ha avisado el líder del PP-A, quien ha defendido que ningún andaluz tiene «más derecho que cualquier otro español, pero ningún otro español» cuenta «con más derechos que ningún andaluz».

Ha defendido que la reciente historia democrática ha evidenciado que «se puede avanzar si actuamos con altura de miras», así como que «la confrontación por la confrontación y la falta de lealtad entre administraciones es un muro de contención al progreso».

También ha manifestado que «la política de titular frente a la gestión es un intento de esconder carencias y falta de proyectos, que no caben personalismos cuando del bienestar común se trata, que el reformismo debe ser clave en la salvaguarda de derechos y oportunidades», así como «que la ética se practica, no sólo se predica».

«Gobernar de espaldas a los ciudadanos es no estar a su altura», ha abundado Moreno, que ha agregado que «el insulto y la descalificación alejan a los ciudadanos de los asuntos públicos», y ha rechazado «intentar apropiarse de símbolos que son de todos» porque eso supone «gobernar sólo para unos pocos».

Moreno ha señalado que el Gobierno que pretende presidir «nace con el objetivo prioritario de otorgar a Andalucía el lugar que le corresponde», lo que pasa por «dignificar la política y las instituciones, darle sentido a nuestro autogobierno y otorgarle más peso a Andalucía en la defensa de un proyecto del que somos parte fundamental como es España».

«Los andaluces nos sentimos parte esencial de España», ha proclamado el candidato a la Presidencia de la Junta, para quien «no se entiende Andalucía sin España ni se entiende España sin la contribución histórica, social y humana de los andaluces», según ha señalado Moreno, que ha nombrado en su discurso a ilustres andaluces como Blas Infante, Juan Ramón Jiménez, María Zambrano, Pablo Picasso, Julio Romero de Torres, Carmen de Burgos, los hermanos Machado, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Ignacio Sánchez Mejías, Vicente Aleixandre, Manuel de Falla y Paco de Lucía.

«Me propongo que en interior de San telmo haya tanta luz como en las fachadas», ha sentenciado el candidato del PP-A a la Junta. «El gobierno del cambio se presenta hoy libre de cualquier rémora, autónomo para actuar y soberano en la toma de decisiones, y nuestro discurso será el de la decencia; nuestro comportamiento, el de la rectitud, y nuestra única sumisión será a la verdad», ha expresado Moreno.

Ha agregado que los andaluces nos exigen hoy honestidad y transparencia después de que en los últimos años hayan asistido «con indignación y sonrojo a los episodios de corrupción política en la Junta de Andalucía», lo que ha ocasionado un comprensible sentimiento de desconfianza y rechazo hacia sus representantes políticos.

«Nos asquea la corrupción, venga de donde venga», ha indicado Moreno, para quien contra la corrupción no bastan las palabras ni los golpes de pecho y ha denunciado que los compromisos de los anteriores gobiernos del PSOE-A por abrir las ventanas y levantar las alfombras «no tuvieron traslación real alguna y el resultado no ha sido otro que un acrecentamiento de esos recelos» por parte de la ciudadanía.

Para Moreno, la sucesión al frente de las instituciones de personas y partidos diferentes, con formas de pensar y actuar diferentes, es la mejor «garantía de transparencia y honestidad en la acción de gobierno». A su juicio, en la falta de alternancia hay que buscar, precisamente, «el motivo del déficit de transparencia que ha padecido y padece la Administración andaluza».

«Si la corrupción y el clientelismo son el veneno de la democracia, la alternancia política es el antídoto. La mejor garantía de regeneración», ha dicho Moreno, quien ha querido dejar claro que su Gobierno «nace para garantizar la igualdad entre los andaluces y, por tanto, será nuestro objetivo acabar con las redes clientelares que lo impiden».

Y, en este sentido, ha garantizado que su Ejecutivo será «intransigente» con la corrupción y, por ello, se pondrá en marcha un paquete de medidas en materia de regeneración –que forman parte del acuerdo de gobierno con Ciudadanos (Cs)– que pasan por una auditoría integral de la Junta y de su sector público instrumental, o por reformar la Ley del Gobierno de la Comunidad Autónoma de Andalucía, a fin de limitar a ocho años como máximo la duración del mandato de un mismo consejero o de un mismo presidente de la Junta.

Moreno ha querido defender el papel de la justicia, que ha hecho y sigue haciendo una «labor incuestionable contra la corrupción en las instituciones», pero ha considerado que también es preciso luchar contra los corruptos desde el interior de las instituciones.

En este sentido, se ha comprometido a impulsar la supresión de los aforamientos; a la aprobación de un proyecto de Ley de Protección de los Denunciantes del Fraude y la Corrupción (que recoja la
protección y la tutela de los derechos de todas las personas que
denuncien la corrupción por parte del personal al servicio de la Junta), o la puesta en funcionamiento de una Oficina Andaluza de Lucha
contra el Fraude y la Corrupción destinada a prevenir, detectar y
denunciar la corrupción, así como la sanción a los altos cargos que
incumplan la normativa sobre incompatibilidades y conflictos de
interés.

«ABRIR VENTANAS»

Para Moreno, la administración andaluza no puede quedar al margen del amplio índice de reformas que su Gobierno se propone aplicar, sobre todo, porque a lo largo de cuatro décadas, la Junta ha acumulado un número ingente de organismos, agencias y entidades no siempre con funciones bien definidas, «salvo el buscar acomodo a personas bien relacionadas con el poder». Hay que abrir ventanas», según ha sentenciado el candidato del PP a la Presidencia.

Entre otras actuaciones que ha anunciado, se encuentran la creación en el Parlamento de una comisión de investigación sobre la Fundación
Andaluza Fondo Formación y Empleo (Faffe) y la reclamación 
judicialmente del dinero defraudado en los ERE.

Asimismo, se ha referido a la supresión del Consejo Consultivo, cuya función será desarrollada por los servicios jurídicos de la Junta de Andalucía; al reforzamiento de la Cámara de Cuentas de Andalucía, de modo que, a partir de ese momento, las recomendaciones de sus informes de fiscalización sean de obligado cumplimiento, y a la 
implantación de un nuevo procedimiento para la selección de los
miembros de los consejos en los órganos de extracción
parlamentaria que garantice su despolitización.

Para Moreno, es imprescindible evaluar las dimensiones reales y el funcionamiento de la denominada ‘administración paralela’ y aplicar sobre ella los criterios de racionalización y austeridad que son comunes en cualquier otro ámbito de la sociedad. Con esa finalidad, según ha dicho, se aprobará un decreto-ley con el doble objetivo de eliminar todos los entes que se consideren innecesarios, así como para garantizar su despolitización y mejorar la profesionalidad y eficiencia en su gestión.

«El objetivo que impulse estas reformas no será otro que situar a los andaluces en primera línea de la actuación de la administración», según ha dicho Moreno, para quien el cambio no puede consistir en un simple «cambio de caras, de nombres y de siglas, sino en un nuevo estilo de gobierno y en una nueva relación entre la administración y el administrado».

Así, también se ha referido a una revisión de la Ley de Transparencia Pública de Andalucía para facilitar que todos los andaluces puedan acceder, consultar y utilizar toda la información pública andaluza; a la modificación de la Ley de la Hacienda Pública de Andalucía para mejorar el control y la transparencia de la gestión de los fondos públicos del Presupuesto de la comunidad y
acabar con los «incentivos al despilfarro», o a la elaboración de una Ley de Subvenciones que regule con garantías los incentivos y las ayudas públicas y la posibilidad de consultarlos de forma accesible en el portal de la transparencia.

Juanma Moreno también ha garantizado competencia, transparencia y buena gestión en todos los contratos públicos, de manera que todos 
los contratos «se adjudicarán sin discriminación y con agilidad y
eficiencia».

Otros compromisos del candidato son una Ley de Función Pública que siente las bases de una administración cada vez más moderna, eficaz y profesional, donde se apueste por el mérito, la capacidad y la formación continua de nuestros funcionarios.

Se ha comprometido además con la reforma de Ley Electoral de Andalucía que contemple una mejora de la proporcionalidad en el reparto de escaños y una racionalización de los gastos electorales.

«Si somos capaces de impulsar estas reformas, Andalucía habrá dado un paso de gigante en transparencia y regeneración y será, ahora sí de verdad, un referente para el resto de España», ha indicado Juanma Moreno.