El Grupo popular de la Diputación de Sevilla ha manifestado este miércoles que el proyecto presupuestario de institución para 2015, que suma 406, 37 millones de euros, muestra el «estancamiento» de la institución al no atajar los «problemas históricos de la provincia», avisando además de que las inversiones reales están en «caída libre» y de la «desaparición» de programas.

El proyecto presupuestario de la institución provincial para 2015 asciende a 406,37 millones de euros, frente a los 404,92 millones de euros del presupuesto que ahora se agota. Hablamos siempre en términos consolidados, es decir sumando el volumen presupuestario de la institución provincial, sus organismos y sus sociedades instrumentales. Los presupuestos, así, experimentan un crecimiento del 0,36 por ciento en su volumen.

En cuanto a la distribución de estos 406,37 millones de euros, el capítulo de personal copa 117,9 millones de euros y experimenta una bajada del 0,91 por ciento respecto a 2014; mientras los gastos en bienes corrientes y servicios caen un 18,9 por ciento hasta los 31,7 millones de euros; 15,3 millones de euros son destinados a la amortización de pasivos financieros; 1,89 millones de euros en concepto de intereses y otros gastos financieros; 56,78 millones de euros son destinados a las transferencias, principalmente en favor de los ayuntamientos; y se crea un «fondo de contingencia» de 8,12 millones de euros.

Las inversiones reales, además, caen un 37,78 por ciento hasta los 26,57 millones de euros, con 16,millones de euros menos, dada la finalización de los programas financiados con cargo al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). El capítulo de operaciones financieras incluye, por último, 129,23 millones de euros, 60 de los cuales serán canalizados a través del Organismo Provincial de Asistencia Económica y Fiscal, otros 67,8 nutrirán las líneas de anticipos reintegrables que la institución ofrece a los ayuntamientos y 1,34 millones de euros estarán dedicados a ofrecer a la plantilla de la institución los anticipos de sueldo reconocidos en su convenio.

Pero Eloy Carmona, portavoz del Grupo popular, ha manifestado en rueda de prensa de que estas cifras implican un «estancamiento» de la institución, porque «no aportan nada nuevo respecto a años anteriores ni resuelven los problemas históricos de la provincia». Carmona, en su examen del proyecto de presupuestos, ha explicado que «más del 60 por ciento» de los ingresos presupuestados proceden del Estado por aspectos como el Fondo Complementario de Financiación o la participación en los ingresos del Estado (PIE), extremo que ha contrastado con la «débil» aportación de la Junta de Andalucía.

MENOS PROGRAMAS

Igualmente, ha avisado de que el proyecto presupuestario prescinde de programas como el destinado al pueblo gitano, antes dotado con 48.715 euros; el de apoyo a los temporeros, que contaba con 111.282 euros; el de Consolidación Empresarial de la Mujer, que tenía 54.410 euros; o los de Experiencias Profesionales para el Empleo (EPES), que contaba con 198.948 euros, y de Andalucía Orienta, que gozaba de casi 530.000 euros. Sobre estos dos últimos programas, ha criticado además que su finalización esté ligada al «fin» de las aportaciones autonómicas.

Además, los populares avisan de que la inversión sufre una «caída libre» en los últimos años, explicando que las partidas destinadas a inversión sumaban 129,6 millones en 2010 y en los presupuestos de 2015 se reducen a «45,6 millones de euros».

Al respecto, Eloy Carmona ha advertido de que estos presupuestos no resuelven los problemas que sufren la red secundaria de carreteras  de la provincia y el sistema provincial de Prevención, Salvamento y Extinción de Incendio en el caso de los municipios de menos de 20.000 habitantes, competencias «propias» e inherentes de la institución. Según Carmona, 15 parques de bomberos de municipios de menos de 20.000 habitantes funcionan exclusivamente con bomberos voluntarios, sin bomberos funcionarios profesionales, y mientras el propio «plan de transición» de este servicio señala la necesidad de incorporar 200 efectivos profesionales, para 2015 sólo se presupuestan 20 nuevas plazas, lo que arroja un déficit de al menos 180 bomberos funcionarios.

En ese sentido, ha criticado que pese a las carencias del sistema provincial de Prevención, Salvamento y Extinción de Incendio, su dotación presupuestaria sólo crezca de 13,9 millones a 14,7 millones.

En paralelo, Eloy Carmona ha considerado contradictorio que caigan la caída en las partidas para inversiones. pero «se mantengan» individualmente las sociedades instrumentales y organismos autónomos pese a que cada vez cuentan con «menos trabajo» que hacer.

LAS SOCIEDADES INSTRUMENTALES

Así, ha detallado que la sociedad provincial Sevilla Activa contaba en 2008 con un presupuesto de 29 millones un presupuesto y gastos de personal por 1,6 millones y para 2015, su presupuesto se reduce a sólo tres millones de euros y sus gastos de personal incluso crecen hasta los 1,7 millones. Además del «batacazo» de Sevilla Activa, ha detallado que Prodetur, que contaba en 2008 con 21,6 millones de euros, ve en 2010 reducido su presupuesto hasta los 10,30 millones de euros y sus gastos de personal sólo bajan de 9,3 a 7,8 millones de euros en este periodo. Las sociedades y organismos de la Diputación, según expone, «pagan el mismo personal para desarrollar cada vez menos trabajo».

Eloy Carmona ha valorado que la Diputación presupueste partidas para apoyo financiero a los ayuntamientos, pero ha avisado de que se trata de algo «que se puede hacer pero en la justa medida», con lo que a su juicio, la Diputación no debe actuar como «prestamista» para los ayuntamientos y podría destinar parte de los 128 millones de euros consignados para inyectar liquidez a los consistorios, a «planes de empleo propios» que reactivasen la economía.

Por último, ha avisado de que pese a los «fuegos de artificio» del Gobierno provincial los gastos de carácter social «caen 6,5 millones de euros» respecto a 2014 y ha recordado que aunque la institución se ufane de sus superávit o excedentes presupuestarios, tal extremo deriva de la práctica de «inflar» los presupuestos anuales o no ejecutar partidas planeadas. Los superávit, según incide, devienen de «cosas presupuestadas que al final no se han hecho».