El PP de Sevilla ha reclamado este lunes que el proyecto presupuestario de la Junta de Andalucía para 2015, que previsiblemente verá la luz este martes en el seno del Consejo de Gobierno, destine a la provincia inversiones por valor de una cifra «lo más parecida» posible a lo que correspondería a Sevilla merced a su peso demográfico en el conjunto de la comunidad autónoma. La provincia de Sevilla, en concreto, aporta 1,94 millones de habitantes a esta comunidad formada por 8,44 millones de andaluces.

El presidente del PP de Sevilla, Juan Bueno, junto a los parlamentarios autonómicos del PP por Sevilla; Miguel Ángel Aráuz, Alicia Martínez, Rafael Salas, Patricia del Pozo, Carolina González Vigo y Jaime Raynaud, ha manifestado este lunes, en rueda de prensa, que tras otro «año en blanco» en materia de inversiones autonómicas, el Gobierno andaluz debe abandonar el «bloqueo» de inversiones a la provincia de Sevilla.

En primer lugar, Bueno y los parlamentarios autonómicos del PP han reclamado que la Junta de Andalucía vuelva a «provincializar» su proyecto presupuestario, pues desde hace varios años, coincidiendo con la asfixia financiera, el Gobierno andaluz no sigue la práctica otrora habitual de dividir los presupuestos por cada una de las ocho provincias de Andalucía, con menciones a las partidas específicas de cada una de las actuaciones planeadas.

PROYECTOS «IMPRESCINDIBLES» PERO YA HISTÓRICOS

Además, han avisado de que el nuevo proyecto presupuestario de la Junta de Andalucía no puede omitir una serie de proyectos y actuaciones «imprescindibles» para la provincia de Sevilla, como la nueva ciudad de la justicia, con más de diez años de debate público y político a sus espaldas, la renovación de diferentes sedes de los partidos judiciales de la provincia, la incorporación del antiguo hospital militar Vigil de Quiñones al sistema sanitario público, la supresión de las habitaciones de tres camas en el hospital Virgen Macarena o la construcción de diversas infraestructuras educativas pendientes en la provincia para erradicar de una vez las aulas prefabricadas y dotar a la Sierra Sur de mejores servicios de urgencias médicas, pues las demandas de la ciudadanía se han saldado sólo con la incorporación de una ambulancia con soporte vital avanzado.

Igualmente, han reclamado la reactivación de la red completa de metro, que espera desde hace años sus líneas dos, tres y cuatro, así como la terminación del tranvía de Alcalá de Guadaíra, paralizado hace años pese a que su grado de ejecución rozaba el 80 por ciento, las obras de los nonatos tranvías del Aljarafe y de Dos Hermanas y la construcción en Espartinas del «bucle» vial norte, una obra encuadrada en la conexión directa del municipio con la autovía A-49.

Igualmente, han reclamado la creación de un «bono joven» en las tarifas del Consorcio Metropolitano de Transportes, las numerosas obras pendientes en materia de depuración de aguas residuales, «un plan de empleo para jóvenes y mujeres» y que la Junta, en el marco de su deuda con los ayuntamientos, pague al menos cuatro millones de euros que les debe por la Participación en los Tributos de la Comunidad Autónoma, la conocida Patrica.

EL PESO DE LA PROVINCIA

Por último, han manifestado que dado que la Junta de Andalucía reclama siempre al Gobierno central que las inversiones de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para Andalucía se ciñan al peso demográfico andaluz en el conjunto del país, extremo incluido en el Estatuto de Autonomía de Andalucía, lo justo sería que las inversiones autonómicas en la provincia alcancen una cifra «lo más parecida» posible a lo que correspondería a Sevilla en función de su peso poblacional en el conjunto de la región.

Tomando como referencia el volumen presupuestario de años anteriores, Juan Bueno ha explicado que según el criterio demográfico ya descrito, correspondería a la provincia de Sevilla una inversión autonómica anual de entre 700 y 800 millones de euros.

Pie de foto de izquierda a derecha, Miguel Ángel Aráuz, Alicia Martínez, Rafael Salas, Patricia del Pozo, Juan Bueno, Carolina González Vigo y Jaime Raynaud.