La parlamentaria del PP por Sevilla Alicia Martínez y la candidata a la Alcaldía de San Juan de Aznalfarache, María Luisa Moya, han anunciado que exigirán explicaciones en el Parlamento al consejero de Educación, Cultura y Deporte, Luciano Alonso, por las subvenciones dadas al teatro de San Juan de Aznalfarache, que ha calificado como «el mayor monumento al despilfarro». Además, ha exigido explicaciones al Ayuntamiento sanjuanero y a la que durante una etapa fue concejal de Hacienda, la actual secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez.

Martínez ha asegurado que existen un «cúmulo de irregularidades por aclarar» y pedirá a Alonso que explique «por qué se ha permitido al Ayuntamiento de San Juan firmar un convenio tras otro sin ejecutar las obras», mientras que insiste en que quiere saber «donde ha ido a parar todo ese dinero, el que se ha empleado en gasto de nóminas y para otros fines y el porqué algo que iba a costar 1,5 millones ha acabado costando ocho millones tras 25 años de obras».

Además, asegura que se le ha negado «siempre» la información de los proyectos y señala que en 2011 la Cámara de Cuentas en 2011 apuntaba a «diversas anomalías», como que «se identificaba el teatro como terminado, pese a que estaba aún en obras». «El Ayuntamiento se ha dedicado a inflar e inflar el presupuesto del teatro en vez de ocuparse de la situación de la localidad», recalca.

Insiste en que se trata del «mayor monumento al despilfarro» en la provincia y en Andalucía, «máximo exponente de como ha funcionado de mal el programa de espacios escénicos de la Junta». Explica que el proyecto empezó en 1989, gobernando el socialista Antonio Pérez y firmándose en 1990 el proyecto que pretendía construir unas mil butacas en dos años, con unas obras 1,5 millones. Se planteaba en tres fases, donde la Junta y Diputación aportaban 720.000 euros en las dos primeras fases.

Martínez detalla que en 1993, con las obras ya avanzadas, queda «paralizado». «La Junta aporta 426.000 euros para la fase que queda pendiente de acabados, pero finalmente se destina a otros fines como es el pago de nóminas de un ayuntamiento en bancarrota. Hasta 1999 no es cuando se plantea la reducción de butacas a 350 con un nuevo proyecto, ante el que la Junta aporta un millón, otro de la Diputación y 600.000 euros del Ayuntamiento, una obra que iba a durar cuatro años», agrega.

Además, recuerda que desde la realización de este nuevo proyecto y hasta 2005 estaba como delegada de Hacienda Verónica Pérez, «quien ha de explicar el porqué se firma esa prórroga del convenio a pesar de que no se estaba haciendo obras, de que se había destinado el dinero a pagar nóminas y lo que se hace es desviar de nuevo más de 120.000 euros a otros fines y gastos de representación del Ayuntamiento».

Según asegura, tras 14 años «paralizadas» las obras, en 2007 «se toma la decisión de demolerlo, pese a estar prácticamente terminado», mientras que en 2009 entra como nuevo alcalde el socialista Fernando Zamora, «que firma un nuevo convenio y se hace otro proyecto por 2,1 millones».

«Empieza otra vez la historia interminable del teatro de San Juan, con 25 años de construcción, algo que no tardan ni los principales monumentos Patrimonio de la Humanidad, y realizado tras cuatro prórrogas de convenio y tres proyectos. Presupuestado en 1,5 millones y que ha terminado costando más de ocho millones a la Junta, la Diputación y el Ayuntamiento», concluye.